Anda al Medico


Checklist médico: ponete las pilas

Visitar al médico periódicamente es la manera más fácil de prevenir cualquier enfermedad. Aprovechá el impulso que traés de las vacaciones para sacar turnos y ponerte al día.


Visitar al médico periódicamente es la manera más fácil de prevenir cualquier enfermedad. Aprovechá el impulso que traés de las vacaciones para sacar turnos y ponerte al día

Hay una frase que todas repetimos como mínimo una decena de veces mientras estamos de vacaciones: "Cuando vuelva, voy a.". OK, ahora que ya arrancaste el año laboral, aprovechá el impulso que todavía tenés intacto para concretar todos los pendientes antes de que la rutina tire por tierra tus mejores intenciones. Marzo es un mes clave por dos motivos: tu energía está renovada como para (re)organizarte y, además, queda todo el año por delante. Y si hay algo que no puede esperar es que de una vez por todas te ocupes de tu salud. En 2013 no valen las típicas excusas de "ya voy a ir" o "estoy con mucho trabajo". Todas sabemos que la consecuencia de patear la pelota es terminar corriendo a una guardia por el dolor de muelas, por ejemplo. Entonces, hacele caso al dicho y no dejes para después lo que podés prever ahora. Leé esta nota, agarrá el teléfono, abrí la agenda y llamá a tus médicos para repartir los turnos en las próximas semanas y ya no tener escapatoria.


Ginecólogo

La consulta anual es impostergable. Suelen dar turnos para dentro de un mes, sobre todo si también son obstetras. Así que no lo pospongas. Ojo, tené en cuenta que la cita no sea demasiado próxima a tu fecha de menstruación.
¿Qué se hace en el control? Un examen ginecológico y mamario completo. Eso incluye dos estudios complementarios: el famoso PAP y la colposcopia, que habitualmente se realizan en el mismo consultorio. A su vez, a partir de los 40 años, o de los 35 si tenés antecedentes de cáncer en la familia, te van a indicar una mamografía (para la que vas a tener que sacar otro turno en un centro de diagnóstico por imágenes). En ese caso, podés pedirle a tu médico pasarle el resultado del estudio por fax o mail así, si todo está bien, no tenés que volver al consultorio. La visita anual también es la oportunidad para rever tu método anticonceptivo y sacarte dudas acerca de la prevención de enfermedades de transmisión sexual y hábitos higiénicos.
¿Por qué es inteligente incorporar el hábito? Porque es la forma de prevenir, o detectar precozmente y tratar a tiempo, enfermedades como el cáncer de cuello uterino o de mamas y la osteoporosis.

Odontólogo

No basta con una consulta anual. Si tenés una buena salud dental, lo aconsejable es que programes dos visitas al año. Sacá un turno ahora y agendate otro para septiembre/octubre. En caso de que tengas ya varios arreglos, el chequeo tiene que ser trimestral.
¿Qué se hace en el control? Un examen clínico en el que chequean la placa bacteriana, si tenés caries o enfermedades en las encías, si hay erosión dental o lesiones de mucosa. También repasan cómo influye tu dieta en la boca y supervisan tu higiene bucal. Consejo: llevate el cepillo de dientes para chequear tu técnica de cepillado y corroborar si ese es el más adecuado para vos. Además de tratar las lesiones que tuvieras, te indican medidas preventivas: limpieza, fluoruros, selladores, remineralizantes y pueden darte enjuagatorios y accesorios para que te higienices los espacios interdentarios.
¿Por qué es inteligente incorporar el hábito? Porque todas las enfermedades bucodentales son prevenibles. Sí, sí ¡se puede vivir sin caries y sin gingivitis!

Oftalmólogo

Según los especialistas, la mayoría de las personas va al oculista solo cuando tiene un problema. Pero vos no sos "la mayoría", ¿no? Es importante que revises tus ojos en forma rutinaria. Basta con que inviertas unos 30 minutos al año (el tiempo que puede llevarte una consulta) para ganar la tranquilidad de tener la vista controlada y protegida.
¿Qué se hace en el control? Te miden la agudeza visual de lejos y de cerca, con y sin corrección. Te toman la presión ocular, te hacen un fondo de ojo y te observan la parte anterior del ojo con un microscopio. Si esa batería de estudios da bien, olvidate del oftalmólogo hasta el año siguiente. En caso de que encuentren algún problema, estudian el origen, te diagnostican (pueden haber detectado glaucoma, miopía, hipermetropía o astigmatismo, síndrome de ojo seco, por ejemplo) y te indican el tratamiento a seguir.
¿Por qué es inteligente incorporar el hábito? La detección precoz permite solucionar o tratar la patología y evita que se deteriore tu visión.

Clínico

Si todavía no tenés un médico clínico de confianza, buscá uno y recurrí a él ante cualquier contingencia. Por su formación, tiene una mirada generalista y es muy importante que vaya haciéndote un seguimiento a lo largo del tiempo.
¿Qué se hace en el control? Va a hacerte un interrogatorio en el que tomará en cuenta tus antecedentes médicos y los de tu familia. Además, hará un examen físico en el que controlará tu peso y tensión arterial. Luego te dará una orden para hacerte un análisis completo de sangre (hemograma, glucemia, función renal, hepatograma, dosaje de colesterol total) y orina. Así podrá saber, por ejemplo, si estás anémica, si tenés colesterol malo o arrastrás alguna infección. No te cuelgues: lo ideal es que hagas los estudios la misma semana en la que vas a la consulta, así ya te sacás el tema de la cabeza.
¿Por qué es inteligente incorporar el hábito? Es una herramienta fundamental para saber si estás saludable o detectar fallas y tratarlas en forma temprana, porque hay enfermedades que no presentan síntomas pero pueden estar afectando tu organismo.

Dermatólogo

La cara, el cuello, el escote y las manos son zonas que, por ser nuestra "carta de presentación", nos preocupa cuidar. Horrible cuando notamos que tenemos la piel deshidrata, que aparecen arrugas de expresión o pequeñas manchas en las zonas más expuestas al sol. Buenas noticias: el otoño es la estación ideal, no solo para borrar las huellas del verano, sino para empezar un tratamiento que mejore el aspecto y la salud de la piel.
¿Qué se hace en el control? Revisan si tenés manchas, inspeccionan lunares y pecas y diagnostican el estado general de la piel. A partir de eso, te indican un tratamiento para tratar las afecciones que haya: acné, eczema, verrugas, manchas. Pueden sugerirte desde el uso de cremas hasta procedimientos de baja complejidad como los peelings y las microdermoabrasiones.
¿Por qué es inteligente incorporar el hábito? El chequeo anual es clave para la detección de cáncer de piel. Además, a pesar de que el envejecimiento celular es irreversible, con el tratamiento adecuado se puede retrasar su aparición y lucir una piel más joven

Info para tener en cuenta

- De acuerdo con el Plan Médico Obligatorio, tanto las obras sociales como las empresas de medicina prepaga están obligadas a cubrir al ciento por ciento estas consultas y estudios.
- Se calcula que el 40 por ciento de las mujeres no cumple con su control ginecológico anual. ¡A bajar esa cifra, chicas!
- Tené en cuenta que la mayoría de los casos de cáncer de piel son curados si se detectan a tiempo, y la detección temprana depende de los chequeos periódicos.
- Un estudio realizado por la Facultad de Odontología de la UBA demostró que, entre los adultos de 25 a 44 años, el 21 por ciento presentaba entre 8 y 22 dientes cariados y el 41 por ciento, entre 8 y 21 piezas perdidas... ¿Y si prevenimos?
- Si tenés chicos, haceles un control pediátrico cada seis meses. Si son bebés, debés llevarlos una vez por mes hasta el año y trimestralmente hasta que cumplan 2.

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